jueves, 15 de septiembre de 2011

El Legado Nefasto de la Conquista y Colonización Española.


América Latina en tierra firme empieza en el Cono Sur y termina en el norte en el Río Bravo. Tiene una población de más de 350 millones de habitantes, sin incluir las islas del Caribe. El nuevo continente fue invadido por los españoles en 1492. Una vez que el resto de potencias europeas se dieron cuenta del hallazgo, ingleses, franceses y portugueses lanzaron al mar a sus corsarios para disputarles a los españoles no solo el territorio americano, sino que también las riquezas que había en estas tierras. En 1497, el Papa Alejandro VI emitió una bula para dirimir el diferendo que tenían los españoles con los portugueses, en cuanto al territorio conocido como Brasil, dejando a estos los derechos de conquistas en perjuicio de aquellos.
Los franceses le arrebataron a los españoles la mitad de la isla bautizada como La Española, hoy República Dominicana, con lo que se creó Haití, asimismo Francia llegó al norte de América, hoy Canadá. Los ingleses se quedaron en la costa de este de Estados Unidos, en lo que posterior se conoció como las trece colonias. El norte de América, fue poco a poco poblado por inmigrantes que llegaban de todos los países de Europa, con sus oficios, artes, técnicas y conocimientos científicos esa sapiencia la trasmitieron a las nuevas generaciones. 
Los españoles fueron todo lo contrario a los franceses, portugueses e ingleses, el afán de los primeros no fue el ponerse a trabajar y trasmitir los conocimientos a los autóctonos de las Indias, su divisa fue buscar las riquezas materiales como el oro, la plata, piedras preciosas esmeraldas. Como los reyes católicos de España, Fernando e Isabel, financiaron la conquista, un quinto de la riqueza encontrada la tenía que enviar a España, como pago a los gastos en barcos, hombres, armas, cañones, caballos y otros requerimientos que demandaba los viajes a las tierras antípodas, el resto se lo repartían entre sí los conquistadores. 
Una vez que los catolicismos y cristianísimos españoles, vieron y sintieron en tierras americanas las enormes riquezas que había en el suelo, entre ellos empezaron las envidias, intrigas, conspiraciones, empujones, codazos para sacar del juego a sus rivales, algunos pensaron que por descubrir nuevos territorios tenían el derecho a ser gobernadores, excluyendo de la repartición a los mismos reyes de España, otros sin tener meritos alguno hablaban mal de los que los tenían, mal informaban a los soberanos, de esta manera Cristóbal Colón, en 1499, fue aprendido en La Española, Santo Domingo, por Francisco Bobadilla, le puso grillos y lo envió a España, para ser juzgado por supuestos abusos cometidos contra los españoles. 
Vasco Núñez de Balboa, quien descubrió el mar del Pacífico, fue objeto de intrigas palaciegas por parte de Martín Fernández de Enciso, por esa causa el Consejo de Indias, nombró gobernador a Pedrarias de Ávila, éste en 1514, ordenó la muerte de Balboa, degüellado. El mismo Pedrarias de Ávila, que era un asesino en potencia, juzgó y decapitó a Francisco Hernández de Córdoba, conquistador de Nicaragua.
Las ambiciones de riqueza desencadenaron cruentas guerras civiles, entre los mismos españoles, por ejemplo, Francisco Pizarro, conquistador de Perú y sus hermanos, asesinaron por ahogamiento a Diego de Almagro; el hijo de éste que llevaba el mismo nombre, mató a Francisco Pizarro; Vaca de Castro, delegado de los reyes de España, degolló a Diego de Almagro; Gonzalo Pizarro, hijo de Francisco Pizarro, asesinó a Blasco Núñez Vela, representante del rey; Gasca ajustició a Gonzalo Pizarro, los hijos de Pedrarias de Ávila, los hermanos Contreras, en Nicaragua apuñalaron a muerte al padre Valdivieso, para quedarse con un botín, intentaron matar a Vasca. El baño de sangre duró entre 1500 y 1548. Todo lo que sucedía en las tierras Americanas llegaba a oídos del Rey de España, éste en un intento por parar el genocidio de los españoles contra los indios, aquellos marcaban con fierro candente el rostro de éstos como señal de propiedad, los metían a las minas de oro y plata, de las cuales salían muertos por excesos de trabajo. En la Isla de Cuba, los indígenas, eran trasladados a las minas de Cartagena, Colombia, para trabajar hasta morir como esclavos, por estos horrores aprobó unas ordenanzas para que los indios fueran tratados humanamente, cuyas leyes fueron rechazados tajantemente por los colonialistas.
La escuela que los latinoamericanos recibieron de los españoles en la época de la conquista, no fue nada edificante, los 300 años de coloniaje pesaron y sigue pesando en las conciencias de los habitantes de estas tierras. Aun España para impedir que el territorio fuese objeto de influencias de otras naciones europeas, levantaron un cerco o bloqueo comercial con el que se prohibía terminantemente tener relaciones económicas contra otra nación que no fuera España. El legado que recibimos de España fue fanatismo religioso, caudillismo político, padrinazgos en política, maniobras para intrigar y conspirar, por esa causa no es extraño observar en nuestros países golpes de estado, entronización de dictaduras políticas y militares, la violación a los derechos humanos, la crónica pobreza y la miseria que aún viven los pueblos de nuestra América Latina. 

OSIRISMELISA / 14090011

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